Este próximo sábado 29 de abril, el Ayuntamiento de Cifuentes con la colaboración de la Asociación Cultural "La Fragua", los vecinos y vecinas de Gárgoles de Arriba y del Colectivo 100 Fuentes organiza una nueva jornada "De fuente a fuente" para conocer las fuentes y manantiales de Gárgole de Arriba.
Una ruta que servirá para seguir conociendo de la mano de especialistas el patrimonio natural y cultural de nuestro entorno.
La salida será en vehículos desde la Plaza Mayor de Cifuentes a las 10:00 y se comenzará el recorrido andando desde la Fuente de los Tres Caños de Gárgoles de Arriba a las 10:30, regresando en torno a las 14:00. El recorrido es de unos 4km con una dificultad media. Se recomienda llevar calzado cómodo para el campo y ropa adecuada al tiempo que haga. No hace falta reservar, basta con presentarse en el punto de partida antes de la hora indicada.
Para más información podéis llamar recurrir al teléfono 949 81 08 33, mandar un corro a turismo@cifuentes.es o echar un vistazo a este blog.
Aitor Zorilla es técnico superior animación de actividades físicas y deportivas y vecino de Cifuentes
UNA CARRERA DE
CULTURA, UNA LEGUA DE TRADICIÓN
El deporte será
protagonista en Cifuentes este sábado 29 de Abril, y lo será gracias a una
carrera llena de emoción, cultura, y también tradición, que desde su nombre, La
Legua, hasta su recorrido, recuerdan toda la importancia y grandeza que nuestra
villa y su entorno han tenido durante siglos.
Antes de comenzar el
espectacular recorrido, conviene señalar que su distancia, de una legua,
expresaba desde el medievo la distancia que una persona podía recorrer en una
hora, por lo que la longitud varía en función del lugar y la época, pero
siempre entre 4 y 7 kilómetros. En esta ocasión, el recorrido será de 5,9
kilómetros, desarrollados tanto en zonas urbanas de la villa como en su entorno
natural.
La Legua empezará en La Balsa, uno de los lugares más
singulares de nuestro pueblo junto a Los
Manantiales, lugar de nacimiento del río
Cifuentes situado en el mismo centro del pueblo. Este emblema del pueblo que
ha visto caer a muchos caer a muchos mozos forasteros a sus aguas y ha saciado
tantas bocas fue construida para retener el agua y embocarla hacia el molino que
aún perdura, cuyas enormes muelas han molido y saciado con harina y pan las
bocas de muchas generaciones de nuestra comarca durante siglos.
Desde aquí, el
recorrido nos llevará por zona urbana hasta la zona de mayor concentración
patrimonial de la villa, compuesta por el convento de Santo Domingo, antigua propiedad de los Dominicos, restaurado tras La Guerra Civil y centro cultural en la
actualidad y por la Iglesia de El
Salvador, donde conviven el románico y el gótico con alguna capilla
renacentista de buena factura, y guarda como principales tesoros, la Portada de Santiago y un púlpito de
alabastro procedente seguramente del antiguo convento de monjas dominicas de
San Blas.
Tras descender desde
la barbacana los escasos metros de Las escalerillas,
llegaremos a la Plaza Mayor, peculiar por dos principales características, su
forma triangular, y los soportales que recorren prácticamente todo su perímetro,
bajo los que se sitúan hoy bares, restaurantes y diferentes comercios.
Al salir de la Plaza
encaminaremos hacia La Balsa de
nuevo, para desde allí salir ya hacia el medio natural, hacia la Sierra, buscando el camino que nos
llevará hasta la Cueva del Beato, un
lugar tan encantador como misterioso, donde la tranquilidad y belleza del
paraje justifica en sí mismo el inmenso aprecio que todos los cifontinos y cifontinas
tenemos hacia este lugar. Allí, destacan la ermita, santuario de la Virgen de Loreto, situada sobre esta
mistérica gruta y un antiguo caserío del siglo XVII en cuyo portón aún se conserva
un gran escudo heráldico de la Orden de San Francisco. Estos fueron levantados
con la ayuda de la gente del pueblo y la fundación de una Congregación del Oratorio de San Felipe Neri sobre la tradición que
situaba en este paraje el martirio de San
Blas.
Continuaremos,
también por camino, hacia el Pico del Oro,
cuya leyenda nos habla de los tesoros que cobija, para a continuación bajar
hasta el último punto de gran interés del recorrido. Hablamos, evidentemente,
del Castillo de Don Juan Manuel, construido
en el Siglo XIV por el propio infante. Un castillo de planta cuadrada, con
cuatro torres, destacando la del homenaje, con forma pentagonal. Sin duda,
símbolo del pasado, y esperemos del futuro de nuestra villa.
Finalizaremos la
carrera descendiendo de nuevo hasta La
Balsa, donde terminará una carrera apta tanto para deportistas que quieran
competir en un recorrido exigente en cuanto a desnivel, como para aficionados
que quieran disfrutar del gran ambiente, de la compañía, del maravilloso
recorrido y sobre todo, de una carrera llena de cultura, de una Legua de tradición para conmemorar
estos 700 años de historia de nuestra villa en este Año Don Juan Manuel.